Ha sido un buen día,
aún cuando mi vida transcurrió
sin nada relevante, pienso
que en verdad ha sido
un muy buen día.
Hoy, he aprendido que,
los pequeños detalles,
tal vez tontos e insignificantes,
son los que transforman
los lagos llenos de rutina
en mares espontáneos,
con oleajes irregulares
y corrientes impredecibles.
Entre más repaso mi día
pienso que tal vez no fue tan bueno,
entonces dejo de pensar,
y siento, y entre más lo hago,
¡Siento que fue un grandioso día!
Y me doy cuenta,
que me siento así de feliz,
por recordar ese detalle,
esas siete palabras,
esas que me escribiste ayer.
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