Frida

Frida mía, píntame de sonrisas y amor,
rodeado de olor a canela, y eternidad.

No olvides teñir nuestros cuerpos
con colores que jueguen por los campos,
pero agrega unos cuantos tonos
de vainilla y curiosidad.

Dibújanos mirando uno al otro,
Frida mía, amando sin edad,
ven y seamos un cuadro delicioso,
lleno de sabores a risas y felicidad...

Ven que me haces falta

Y me quedo colgando de la idea de tenerte cerca,
que al menos un poco de ti estuviera conmigo,
con tu suave boca jugaría, mientras consigo
llenarme de tu aroma a sueño.

Puedo pasar una eternidad nadando en tus mejillas,
y en tu pecho descansar por un largo momento.
Quiero escalar por la línea de tu cuello,
tomarme un tiempo, que horas para ti es lo que más tengo.
Dejemos todo atrás, pues que importa lo demás,
¿quién quiere vivir con todas esas astillas?
ya no más, dejémoslas, que este amor ya no lo contengo.

Bienvenidos a casa

Ya puedes quitarme las costras de mi cuerpo,
han dejado de sangrar, y de dar asco.
Quítalas, ya no las necesito, ni tu tampoco,
lánzalas fuera de nosotros y olvidémoslas,
hemos llegado, volvemos a estar en casa.