sábado, 30 de octubre de 2010

No los merece

Esta noche no merece comentarios,
fue una noche de cerveza y música,
de invenciones, de poses hipócritas,
de testosterona subdesarrollada.

No merece comentarios,
pues nada es real.
Tal vez solo un par de horas
en que intentamos ser hermanos.
Tal vez sí lo fuimos, claro,
a nuestra propia manera.
Tal vez intentamos comprender
las penas de los otros,
aunque nos importaba tan solo
sentirnos escuchados.

Esta noche llegué a mi casa,
no feliz, no triste.
Esta noche recordé lo que me desagrada
de este tipo de noches.
Hasta la luna no sale, ella lo sabe.
Es por eso que esta noche
no merece comentarios,
pues fue un paliativo temporal
para el dolor permanente.

Iré a dormir,
es tiempo ya de prepararse
para regresar a la realidad.

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