lunes, 1 de noviembre de 2010

Primavera

Hoy me desperté con tu nombre en mi boca,
todas las mañanas son así, con tu luz en mi rostro
mirando por la ventana trayéndome vida.
Me besaste con unos labios de brisa fresca,
con olor a amor, y tonos rosas hechos para mí.

Al salir al mundo, ahí estas tú de nuevo,
mi soldado personal, sé que estarás conmigo,
la distancia no es separación ni abandono.
Tus brazos me rodean despidiéndose,
formando figuras únicas y cautivantes
deseosas de eternidad, quisiera llevarlos
a esos lugares que no son nuestros,
para llenarlos de ese perfume, tu esencia,
y así compartir un poco con los demás
de la belleza y paz que yo vivo cada día.

El mundo es hermoso,
ya quiero despertar contigo a mi lado,
el mundo sería perfecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario