lunes, 29 de noviembre de 2010

El curricán

En los negocios, como en la vida, aplica la filosofía del curricán. Ese ha sido uno de los aprendizajes que más han resaltado en mi corto pero intenso tiempo de educación en la vida real. Así es todo esto, lanzar y esperar que la "presa" abra la boca y muerda el anzuelo, básicamente es la supervivencia del más fuerte, de aquel mañoso o colmilludo que pueda escaparse de las fauces del otro tiburón que se lanza al ataque.
No estoy seguro que tan sano es, solo sé que existe y funciona como tal. Es como lanzar una piedra a la oscuridad en espera de que golpee a alguien, un simple a ver si "pega". Los negocios podrían ser justos, pero normalmente no lo son pues los ejecutantes están educados con esta filosofía, sin embargo, lo que más me sorprende es que inclusive en las relaciones de pareja, la familia, las amistades, siempre hay alguien que tiende a lanzar el curricán, uno siempre paga más que otro, y no me refiero a dinero... solamente, lo cual entonces me da a entender que siempre hay uno que se aprovecha del otro. Desmotivante, al menos para mí, pues al parecer toca aprender a no ser ese pez que será la cena de alguien más, y, según veo, hay muchos que quieren comernos vivos o a las brazas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario