Hay demasiado ruido.
Ecos llenando el espacio,
recuerdos sobrevolando la almohada,
y tantos deseos añorados
surcando los sueños que no llegan.
Hay tantas voces hablando,
música que quiere intentar y lograr,
simples sonidos que no pretenden parar,
susurrando como un pequeño demonio
que no quiere que duerma.
Soy su juguete, se divierte,
se ensaña.
Armónico y nefasto.
Es imposible desconectar estas bocinas.
Calla! Dame un poco de silencio...
...por favor!
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