duermo contigo y sin ti, pero estas ahí,
callada siempre, fiel siempre, lista siempre.
Me conoces sin inhibiciones,
tantas cosas que podrías escribir sobre mi,
qué he hecho estos años y qué he reprimido,
tantos sueños que hemos compartido, cuéntamelos,
pues ni yo mismo ya los recuerdo.
¿Cuántos alientos, perfumes y sabores me conoces?
Hoy quise acompañarte como tú lo haces cada noche
y esos días en que sin más te hago cargar mi todo.
Aquí estoy, ahora te escucho, duerme en mí, es tu turno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario