Y es cuando te das cuenta que has regresado a los viejos pasos, cuando tus necesidades para subsistir vuelven a ser las mismas que habías utilizado tiempo atrás, cuando pensabas que ya nada podía dañarte, que ya eras un ser superior, elevado y difícilmente dominable.
Nada de eso es cierto, solo es cuestión de encontrar el punto exacto para que el cuerpo vuelva a contraerse por miedo y angustia. Suena fatal, pero creo que no es así. Algo falta, no sé aún qué, tan sólo sé que algo hace falta, supongo que es una de esas corazonadas que seguro en su momento tuvieron importantes científicos e investigadores... me pregunto si estaré cerca de un hallazgo... tal vez no es mas que la punzada en el corazón que me doblará de dolor.
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